8 de diciembre de 2017

Erupción



Profundas y oscuras fauces, siempre amenazadoras, rugen con furia bajo un cielo carmesí. La tierra tiembla, el aire se estremece...estallido.
Rojizo y brillante refulge sobre la cumbre; crece, se agita, salta, vuela ligero y cae. Se hace el silencio. Por la ladera serpentea, despacio, sigiloso, impasible; y dibuja a su paso senderos luminosos, ríos de fuego que se asoman entre el humo y las cenizas y que iluminan un paisaje baldío que jamás olvidaré. 

S.D.S

28 de noviembre de 2017

Patatascadas lloviznadas Deluxe

¡Que atascado me hallo hoy!

Literalmente: estoy metido en un bus que se detiene cada 5 metros bajo la lluvia.

Es el bus que cojo para ir a casa.


Tengo al lado a una señora que huele a patatas fritas.
A patatas fritas del McDonald's.
Quizá trabaje en uno.
Quizá esté yendo a casa.

Para ser exacto huele a patatas Deluxe.
Me gustan esas patatas.
Quiero llegar a casa y comer patatas
pero atascado bajo la lluvia me hallo...


27 de junio de 2017

Reflexión veraniega...

Al final, para saber algo hay que dar algo por sentado. Requiere una dosis de confianza. Creer que la ciencia acaba con la fe es vivir engañado. Toda ciencia reviste con ecuaciones matemáticas y demuestra en última instancia la ineludible necesidad de dar algo por sentado, esto es un axioma, si queremos creer que entendemos la realidad pues precisamente, lo único absoluto es la relatividad.

30 de enero de 2017

Mínimo esfuerzo y me encanta





Hoy he visto el documental: “Las 7 leyes espirituales del éxito” (que por cierto os recomiendo lo veáis), basado en un libro de Deepak Chopra. En él hablaban del caso de una mujer que descubre que no desea vivir pensando en un objetivo fijo para toda la vida, sino que tiene objetivos por días y que confía en seguir sus instintos sin imponerse cargas ni sacrificarse para lograrlos. Esta mujer explota la ley del mínimo esfuerzo, como dice el film. Inmediatamente me he sentido identificado con ella y he pensado que yo también funciono así. Con la gran diferencia de que yo muchas veces me angustio y siento frustración por querer hacer tantas cosas diferentes y creer que no podré hacerlas todas. Pero mis problemas de ansiedad son otro tema. Lo que quería decir es que, como esta chica, yo funciono por rachas. Rachas de máxima productividad con esfuerzo mínimo. Como me ocurre con este texto que estoy escribiendo ahora. 

Y es que no creo que haya nada de malo en abarcar muchas actividades y de hecho siento que la inconstancia (palabra llena de connotaciones negativas, por cierto) es natural para mí. Me gusta experimentar y crear todo tipo de realidades inconexas. He oído por parte de familiares y amigos cosas como: “el que mucho abarca poco aprieta” o “aprendiz de mucho, maestro de nada”. Y no digo que el refranero popular no tenga razón, pero la cuestión es: ¿quién te dice a ti que yo quiera ser maestro de algo? ¿Es acaso lo correcto? ¿Alguien lleva la cuenta de tus maestrías y cuando mueras te hará pagar por no tener ninguna con una eternidad en el infierno? ¡Madre mía, qué retorcido!

Yo creo que, abarquemos mucho o poco, todos somos maestros a nuestra manera. Pero en cualquier caso, es innegable que existe cierta presión para que abarquemos poco. La sociedad nos dice “especialízate”, nuestros corazones “experimenta”. Yo no creo en (y no me gustaría) tener una profesión para toda la vida. Sin embargo de alguna forma se ha extendido la idea de que serás lo que estudies en la universidad, al menos eso pensaba yo cuando estaba en ESO y Bachillerato. ¿Por qué no me explicaron en el cole que la realidad no es así? Es una buena pregunta.

En fin amigos esto ha sido todo por hoy, disfrutad, tened sexo, escuchad música, pintad cuadros, haced escalada y sobre todo declaradle la guerra a vuestras adicciones.

¡Paz colegas!

5 de enero de 2017

Creer para ver

Es triste pero cierto, la naturaleza funciona así. Y es que si te repiten muchas veces una misma cosa terminas creyendo que es verdad. Esto le pasa por ejemplo al típico chaval estudioso al que sus compañeros de clase dicen: ¡joe Pepito, qué listo eres!

¿A qué se reduce la verdad? ¿Quizás a lo que creemos que es verdad?

Yo creo que al final todo lo 'real' se reduce a creer que lo es. ¿A dónde quiero llegar con todo esto? No sé, ¿a dónde quieres llegar tú?

Tan sólo piensa que lo que creemos compone nuestra realidad y piensa que podemos elegir lo que creemos. ¿Por qué no creer que somos mejores, únicos, perfectos a nuestra manera?




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