8 de diciembre de 2017

Erupción



Profundas y oscuras fauces, siempre amenazadoras, rugen con furia bajo un cielo carmesí. La tierra tiembla, el aire se estremece...estallido.
Rojizo y brillante refulge sobre la cumbre; crece, se agita, salta, vuela ligero y cae. Se hace el silencio. Por la ladera serpentea, despacio, sigiloso, impasible; y dibuja a su paso senderos luminosos, ríos de fuego que se asoman entre el humo y las cenizas y que iluminan un paisaje baldío que jamás olvidaré. 

S.D.S

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