7 de abril de 2018

Anecdóticoico

No sé cómo empezar a escribir todo lo que quiero. Me gustaría deshacerme de esa gran cantidad de reservas que realizamos. Porque estoy cansado de ir a restaurantes. Uve doble de power, siempre, siempre efectivo y sincero, así es él. Hablo del yogur de fresa, del yogur helado. Probablemente creas que soy gramático matemático. O segurata, cineasta. Me mola "el rollo", de eso no cabe duda. Reza, reza, reza lo que sepas que voy a sacar la verdad a la luz, cueste lo que cueste. No le gusta la oscuridad a mi amigo, siempre me lo dice y siempre se lo digo. De repente, giros melódicos propios del Barroco suscitan en mi mente un ambiente numinoso. Él lame penes agresivamente. Le gustan. Todos. Con lo que sea. Perdón por la mañana que os pueda estar dando la teoría de gravitación geodésica. Tú eres lo que más quiero. Tú, teoría, te amo. Eres mi vida. Enrevesado hasta donde me alcanza el intelecto. Búsquedas de verdad allá donde hay eterna furia y juventud esplendorosa. No temáis cabrones, vuestro día se acerca. Memento mori. Yo tampoco se vivir, estoy improvisando, como en todo. ¡Anchoas de Santoña! Siempre en mi memoria... Qué puede ser esto, me pregunto. Un énfasis exacerbado a la necesidad humana de hacer el mongolo. El peso de la responsabilidad nos subyuga. Yo no entiendo de esas palabras tan burguesas. Sólo soy un desastre, un desastre sin un diccionario.

Entradas populares